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ESTE FORMULARIO
Perdonar: El primer paso hacia la
sanaci�n
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"Perdonar es el camino de la sanaci�n...es el dejar
marchar la dureza que se ten�a hacia una persona ;
soltando todas esas cosas que abrig�bamos contra esa
persona y solt�ndola de ese v�nculo...perdonar es un
proceso que dura toda la vida y se va recibiendo la
gracia en cada momento."
Nota: Tomado del libro Sanaci�n Intergeneracional, por
el Padre Robert DeGrandis S.S.J. y Linda Schubert.
"La sanaci�n interior total solo puede ocurrir, cuando
perdonamos a aquellos que nos han herido, cuando le
entregamos por completo al Se�or nuestras heridas del
pasado. Sea cual sea la experiencia que has tenido, las
heridas que hayas sufrido, Jes�s quiere curarlas y sanar
tu coraz�n roto. (Ver el Salmo 147:3) Quiere llenar el
vac�o que hay en tu vida con Su amor. Quiere liberarte
de todo cautiverio para que puedas sentirte realizado
(a). Despu�s que le hayas pedido a Dios que te libere,
despu�s que le hayas orado para que rompa todas las
cadenas que te han atado, despu�s que �l haya limpiado
todas tus heridas de las cosas que las infectaban,
despu�s que hayas perdonado a todos los que te hirieron;
estar�s listo (a) para pedirle a Jes�s que sane tus
recuerdos dolorosos. �Y la noticia maravillosa,
gloriosa, es que �l sanar� todas tus heridas!"
Nota: Tomado del libro Forgiveness & Inner Healing, por
el Padre Robert DeGrandis S.S.J. y Betty Tapscott.
"El perd�n, ciertamente, no surge en el hombre de manera
espont�nea y natural. Perdonar sinceramente en ocasiones
puede resultar heroico. Aquellos que se han quedado sin
nada por haber sido despojados de sus propiedades, los
pr�fugos y cuantos han soportado el ultraje de la
violencia, no pueden dejar de sentir la tentaci�n del
odio y de la venganza. La experiencia liberadora del
perd�n, aunque llena de dificultades, puede ser vivida
tambi�n por un coraz�n herido, gracias al poder curativo
del amor, que tiene su primer origen en Dios-Amor. La
inmensa alegr�a del perd�n, ofrecido y acogido, sana
heridas aparentemente incurables, restablece nuevamente
las relaciones y tiene sus ra�ces en el inagotable amor
de Dios." (Juan Pablo II, l-l-97)
�Qu� significa perdonar?
"Perdonar no es lo mismo que justificar, excusar u
olvidar. Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. La
reconciliaci�n exige que dos personas que se respetan
mutuamente, se re�nan de nuevo. El perd�n es la
respuesta moral de una persona a la injusticia que otra
ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin
embargo no reconciliarse, como en el caso de una esposa
continuamente maltratada por su compa�ero." ("A
definition of forgiveness", por Robert Enright, "The
World of Forgiveness", octubre/noviembre de l996.)
"El perd�n permite liberarse de todo lo soportado para
seguir adelante. Usted se acuerda del fr�o del invierno,
pero ya no tiembla porque ha llegado la primavera".
"El perd�n opera un cambio de coraz�n. Debemos ponerle
fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y por el
bien de futuras generaciones. Es un regalo que debemos
proporcionarles a nuestros hijos. Podemos pasar del
dolor a la compasi�n. Cuando perdonamos, reconocemos el
valor intr�nseco de la otra persona".
"El perdonar no borra el mal hecho, no quita la
responsabilidad al ofensor por el da�o hecho ni niega el
derecho a hacer justicia a la persona que ha sido
herida. Tampoco le quita la responsabilidad al ofensor
por el da�o hecho... Perdonar es un proceso complejo. Es
algo que s�lo nosotros mismos podemos
hacer...Parad�jicamente, al ofrecer nuestra buena
voluntad al ofensor, encontramos el poder para
sanarnos...Al ofrecer este regalo a la otra persona,
nosotros tambi�n lo recibimos."
Nota: Tomado de Excerpts from the talks at the National
Conference on Forgiveness, Universidad de
Wisconsin-Madison, marzo de l995.
�Por qu� debemos perdonar?
Un psic�logo norteamericano, Robert Enright, afirm� que
las personas que han sido profunda e injustamente
heridas pueden sanar emocionalmente perdonando a su
ofensor. El insigne fraile dominico Henri Lacordaire
dijo: "�Quieres ser feliz un instante? V�ngate. �Quieres
ser feliz toda la vida? Perdona".
Un disc�pulo de Jes�s le pregunt�: "�Maestro, cu�ntas
veces he de perdonar a mi hermano? �Siete veces?" "Siete
veces no, setenta veces siete", le contest� Jes�s.
Perdonar es un don de Dios. La oraci�n sincera,
procedente de un coraz�n limpio de pecado, ayuda a
"desmantelar" la ofensa, a perdonar al que nos hiri�.
Los primeros pasos hacia el perd�n
A menudo una mujer que ha sido v�ctima de maltratos
f�sicos o emocionales durante mucho tiempo, siente ira
contra s� misma por todo lo que permiti� que le
sucediera. La primera persona a quien ella debe perdonar
es a s� misma.
"Para poder perdonar a su agresor, la v�ctima debe
comprender que lo sucedido fue una ofensa. Debe
reconocer que ella es tan valiosa como todas las dem�s
personas, y que sus necesidades y sentimientos son
importantes. Si intenta perdonar antes de valorarse, su
perd�n no ser� apropiado. Hasta que la v�ctima comprenda
el valor que tiene como persona, no se respetar� a s�
misma." ("Forgiveness and the intrinsic value of persons",
Margaret R. Holmgren, American Philosophical Quarterly,
octubre de l993.)
"Desde el punto de vista psicol�gico, seg�n el
psiquiatra norteamericano Richard Fitzgibbon, hay tres
formas b�sicas de lidiar con la ira: l. Negarla. 2.
Expresarla de muchas maneras mientras pretendemos que no
estamos ofendidos. 3. Perdonar. El Dr. Fitzgibbon y
otros psiquiatras y psic�logos, aplican una terapia que
induce al paciente a perdonar, y comprueban que hay una
mejor�a considerable. Aqu� se ve que la verdadera
Ciencia coincide con el Evangelio de Cristo. Estos son
los pasos terap�uticos que ellos recomiendan:
l. Confrontar la rabia interior, la verg�enza, la
herida. La persona puede estar deprimida sin saber por
qu�, hasta que descubre la causa, oculta por muchos a�os
o s�lo por horas.
2. Reconocer la fuente de la herida, y descubrir el
porqu�.
3. Elegir perdonar. Aunque haya base para la ira y la
venganza, no se elige eso, sino perdonar. Y no tiene que
ser s�lo por motivos religiosos, sino tambi�n por
instinto de conservaci�n: le va a hacer bien ps�quica y
f�sicamente.
4. Buscar una nueva forma de pensar sobre esa persona
que nos ha hecho mal. Cuando lo hacemos, por lo general
descubrimos que es un ser vulnerable, probablemente con
heridas.
"Debemos liberarnos del dominio que la persona que nos
ha herido ejerce todav�a sobre nosotros mediante nuestro
odio. Perdonar libera la memoria y nos permite vivir en
el presente, sin recurrencias constantes al pasado
doloroso.
"Todo insulto recibido puede convertirse en una nueva
oportunidad de crecimiento interior, una gracia que nos
env�a Dios, porque al perdonar somos canales de Su
misericordia. Pero adem�s, como dice el "Padre Nuestro",
la oraci�n que el mismo Cristo nos ense��, cuando
perdonamos tambi�n nosotros somos perdonados por Dios.
Si rabiamos por una ofensa, si planeamos vengarnos por
un insulto, si el odio se aloja en nuestra alma, el
adversario (Satan�s), habr� ganado la batalla
arrastr�ndonos al mal mayor."
Nota: Esta informaci�n fue tomada del art�culo escrito
por Dora Amador y publicado en "El Nuevo Herald", junio
5 de l997.
A la pregunta sobre por qu� perdonar, los creyentes
respondemos que la experiencia de haber sido perdonados
muchas veces por Dios nos compromete a perdonar a
nuestros semejantes.
Para comprender mejor lo que significa pedir perd�n y
perdonar
"Perd�n es la fragancia que la violeta suelta, cuando se
levanta el zapato que la aplast�". (Mark Twain)
"Pedir perd�n no es lo mismo que disculparse, porque
disculparse es excusar los motivos por los cuales uno
ejecut� una acci�n con el objeto de que la persona
afectada por ella pueda comprenderla. Pedir perd�n es
asumir la totalidad de nuestra falta, con toda ella, y
sentir todo el mal que produjo, decir que aunque no
puedas del todo repararla, te produjo dolor la acci�n,
lo sientes, est�s arrepentido, y quieres de vuelta
procurar lo bueno... La estatura humana del perd�n por
ello es mucho m�s alta y propia de los grandes, y
necesaria en los cristianos porque hemos sido perdonados
desde antes de existir, y as� como perdonemos se nos
perdonar�". ("El perd�n", C.S.Lewis)
"Un conocido te�logo escribi� que ' Los santos, muchas
veces al rezar tartamudeaban. Este tartamudeo es m�s
agradable a Dios que las frases ret�ricas, por m�s
bellas y brillantes que puedan ser '. Muchas veces nos
cuesta pedir disculpas a nuestros amigos, compa�eros...
por un mal acto que hemos cometido. Pedir perd�n por una
mala acci�n es la forma m�s poderosa de demostrar
nuestra humildad y honestidad. Ser�a interesante que hoy
recordaras a aquellas personas con las cuales mantienes
una enemistad por culpa tuya. �Reconc�liate con ellas
con palabras f�ciles y honestas y si hace falta
tartamudea! Hay una frase incre�ble que te ayudar� a
pensar: 'El perd�n de las flores es tan bonito que
llegan incluso a perfumar a aqu�l que las aplasta con la
mano' ".
"Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin
amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar
sin andar cargando eso, sin respirar por la herida,
entonces te dar�s cuenta que has perdonado.
"En una parte del Padre Nuestro Dios nos dice: ' perdona
nuestras ofensas as� como nosotros perdonamos a los que
nos ofenden'. Perdonar, es una decisi�n que deja en
libertad tu coraz�n, y deja limpia toda herida, la
amargura en ti ya no reinar�. Si t� quieres experimentar
el perd�n del Se�or, debes primero perdonar.
"Dios dijo: 'Yo soy la vid y ustedes la rama, ustedes
lejos de m� no pueden hacer nada' y nada incluye todo,
incluye perdonar. Dejemos que Dios nos ayude con nuestra
decisi�n de perdonar. No fuimos hechos para odiar, sino
para amar ..." (R.C.A.N.)
"Amar a quien nos ha ofendido desarma al adversario y
puede incluso transformar un campo de batalla en un
lugar de solidaria cooperaci�n. �ste es un desaf�o que
concierne a cada individuo, pero tambi�n a las
comunidades, a los pueblos y a la entera humanidad.
Afecta, de manera especial, a las familias. No es f�cil
convertirse al perd�n y a la reconciliaci�n.
Reconciliarse puede resultar problem�tico cuando en el
origen se encuentra una culpa propia. Si en cambio la
culpa es del otro, reconciliarse puede incluso ser visto
como una irrazonable humillaci�n. Para dar semejante
paso es necesario un camino interior de conversi�n; se
precisa el coraje de la humilde obediencia al mandato de
Jes�s. Su palabra no deja lugar a dudas: no s�lo quien
provoca la enemistad, sino tambi�n quien la padece debe
buscar la reconciliaci�n (cfr. Mt 5, 23-24). Juan Pablo
II ." (Extracto del Mensaje de Cuaresma 2001 de Juan
Pablo II. )
"Perdonar y pedir perd�n, es dejar que act�e el Esp�ritu
en el lugar donde existe nuestro orgullo y nuestro
resentimiento."(An�nimo)
Nota: Este �ltimo texto fue preparado por el Instituto
Tom�s Moro en Asunci�n, Parag�ay y se reproduce con su
autorizaci�n.
"Dios nos mira m�s all� de nuestros pecados con mucho
amor...Cuanto m�s vemos y sentimos su bondad, m�s nos
enamoramos de �l. En cuanto m�s nos enamoramos de �l,
nuestras vidas autom�ticamente se van alineando con �l.
Toda sanaci�n en nuestras vidas fluye de esta relaci�n
amorosa. Al entrar en un profundo conocimiento de su
amor, es cuando, de hecho, nos sanamos y tenemos la
experiencia m�s sutil de la uni�n con �l, sabiendo que
su amor puede transformar las m�s profundas heridas. "
Nota: Tomado del libro Sanaci�n Intergeneracional, del
Padre Robert DeGrandis S.S.J. y Linda Schubert.
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